En la editorial de La Verdad del 2 de octubre de 2005, monseñor Óscar Urbina comunicó la noticia e hizo invitación a acoger y apoyar la emisora como un regalo de Dios:

Jesús vino al mundo como Palabra que nos salva, como la mano tendida a los pecadores, como el camino que nos abre el corazón del Padre.

Así al revelarse Dios mismo como el Dios de la Palabra, de la comunicación, de la comunión, se presentó ante nosotros como una persona de brazos abiertos, con un gran corazón dispuesto a amar, con sus manos dispuestas  a  ayudar  invitándonos  a corresponder con nuestra vida nueva, como respuesta que se abre al diálogo con él en la oración y a la transformación de nuestras vidas.

La emisora Diocesana  está al servicio de esa palabra eterna de Dios que crea, que llama, que revela sus promesas, que nos ilumina el camino, que nos ofrece su vida. Por eso es Vox Dei, Voz de Dios, que nos anima a recorrer caminos de esperanza y paz en esta región fronteriza, llena de promesas, sufriente, pero capaz de responderle a Dios.

Apoyémosla, difundámosla, colaboremos como amigos de la Emisora Diocesana, frecuencia de la esperanza y la paz